¿Alguna vez has sentido que “no eres suficiente”, que tu “esfuerzo no es gran cosa”, «que tus compañeros te elogian sólo por ser amables”, que “el mérito no es realmente tuyo” y/o que “eres un fraude”? si te identificas es posible que sufras del síndrome del impostor.
En este artículo te cuento qué es el síndrome del impostor, sus síntomas, las causas, los tipos, sus consecuencias y cómo superarlo.
¿Qué es el síndrome del impostor?
El síndrome del impostor fue definido por primera vez por las psicólogas Pauline Clance y Suzanne Imes en 1978 un artículo donde lo describen como un fenómeno en el que persiste la incapacidad para internalizar los logros y permanece un temor a ser catalogado como un fraude.
Hoy en día la definición permanece y se ha descubierto en un estudio que aproximadamente el 70% de la población sufrirá de este síndrome al menos una vez en la vida (Sakulku & Alexander, 2011); personas como Michelle Obama o Ella Bric, dos veces ganadora del Grammy Latino, así como muchas otras personas con carreras exitosas han manifestado sufrir de ello.
Síntomas del síndrome del impostor
Si te identificaste al inicio de este artículo presta atención a los siguientes indicios ya que para poder superar este síndrome el primer paso es reconocerlo; observa si presentas los siguientes síntomas:
- Creencia de no merecer los propios logros, creer que son conseguidos a través de la suerte o mal juicio de un superior.
- Falta de confianza en las propias habilidades o competencias.
- Expectativa de fracaso ante situaciones similares que ya han sido exitosas.
- Constante miedo a ser descubierto como un fraude o impostor.
- Desmotivación asociada a falta de confianza personal
- Sentimientos de ansiedad, desesperanza o depresión.
- Sensación de insatisfacción permanente.
- Procrastinar, ser demasiado perfeccionista o sobre-prepararse debido a la falta de confianza personal.
- Constante comparación con personas más o menos exitosas.
Causas del síndrome del impostor
La realidad es que hay diversas teorías pero no hay una única causa, por un lado, en mi trabajo he conseguido que la baja autoestima, el miedo al éxito, al fracaso, a la mediocridad y al rechazo son factores fundamentales; Fernandez, E., y Bermúdez, J., (2014) hablan de Pesimismo Defensivo como una autoobservación protectora ante fracasos ya que al mantener bajas expectativas de resultados, si las cosas salen mal, no nos afectará tanto.
Por otro lado, Josi, A., y Mangete, H., (2018), hablan de estereotipos sociales y de cómo el sentimiento de fraude se asocia a rellenar ese estereotipo en lugar de expresar nuestra propia personalidad y los componentes de nuestros talentos; estos autores también mencionan que se encuentra presente una necesidad de ser especial o de ser el/la/le mejor en su área y de poseer características de superhumano.
Tipos de síndrome del impostor
De acuerdo a la Dra. Young, especialista en este tema, existen 5 tipos de síndrome del impostor:
- El perfeccionista: piensa que si hay un error está arruinado. Se plantea metas excesivamente irrealistas, propone cualidades “deseables” exageradas, tiende a querer mejorarlo todo indefinidamente y le cuesta decidir cuándo está terminado.
- El experto: cree que si no lo sabe todo es un fracaso. El deseo de ser extremadamente hábil y conocedor de su área o incluso más áreas lo lleva a sobre-informarse lo que termina siendo una forma de procrastinación en su sobre-preparación.
- El individualista: afirma que debe cumplir con todas las tareas por sí mismo/a para que cuente como un éxito. Suele ir por libre según su propia voluntad, sin contar con la opinión de los demás e incluso no pedir ni aceptar recomendaciones o ayuda.
- El genio: siente que si se le dificulta aprender algo nuevo o adquirir una nueva habilidad es una vergüenza. Debe aprender, entender, razonar, tomar decisiones de forma correcta y a la primera.
- El superhumano: piensa que debe cumplir con todas las expectativas profesionales y personales de su vida para estar a la altura. Tratan de abarcar demasiado para ocultar sus inseguridades.
¿Te has identificado con alguno?
Consecuencias del síndrome del impostor
Para la psicóloga Clance (1985), mencionada anteriormente, las consecuencias del síndrome del impostor se pueden evidenciar en el siguiente ciclo:
En este ciclo podemos observar lo siguiente, lo explico con un ejemplo, digamos que Pepe tiene un trabajo muy importante que hacer que es sumamente relevante para su carrera; la importancia de esta asignación genera ansiedad, dudas y preocupación sobre las propias capacidades, esto puede derivar en dos conductas:
1) procrastinar para evitar el malestar hasta finalmente hacerlo bajo mucha más presión y ansiedad o,
2) sobre-preparase tomar redbull, no dormir estudiando y trabajando el triple.
Una vez finalizada la tarea exitosamente, recibe comentarios positivos por su maravilloso trabajo, ¿pero qué hace Pepe? minimiza los elogios, cree que realmente ha sido suerte, que la gente exagera o lo dice por quedar bien porque él siente muy en su interior que su trabajo fue mediocre; entonces empieza a preocuparse de que lo descubran como un impostor, porque su trabajo bien haya sido procrastinado o sobre-preparado no habla de su capacidad, así, aumentan sus dudas, preocupación y ansiedad y surgen sentimientos vinculados a la tristeza que pueden derivar en una depresión.
¿Cómo podemos afrontar o superar el síndrome del impostor?
A continuación te cuento 9 estrategias para superarlo
- Trabajar sobre la aceptación de los propios límites, capacidades y recursos reales. Es decir, no asumas tareas que van más allá de tus capacidades actuales.
- Establecer parámetros claros de cumplimiento de tareas. Esto significa que por ejemplo, hagas una lista de cosas por hacer y cuál es la acción que determina que está hecha, y vas descartando a medida que avanzas.
- Desarrollar tolerancia y aceptación a los elogios. ¿Por qué crees que la gente te miente? ¿Por qué te mientes tú? Elogia tu propio esfuerzo y trabajo; siempre las cosas podrán ser mejor, pero hacemos lo mejor que podemos, no se trata de ser mediocres sino de hacer nuestro mejor esfuerzo, permite a otros valorar ese esfuerzo.
- Trabajar en disminuir la necesidad de perfeccionismo o sobre-preparación y así disminuir la ansiedad derivada. Como mencioné antes, siempre vamos a pensar que las cosas no están terminadas, que pueden ser mejor, hay que trazar un límite, el perfeccionismo puede retrasar mucho una actividad y nunca llegar a terminarla.
- Evitar las comparaciones con otro “ideal”, es decir, con otro “imaginado perfecto”. Es normal que nos comparemos, ya hablaré sobre esto en otro artículo pero suele suceder que nos imaginamos, repito, imaginamos, que otra persona tiene cualidades que soñamos que le hacen más merecedor del éxito. Toma esas cualidades soñadas como señal para trabajar en tu crecimiento personal.
- Reconocer situaciones anteriores similares que han resultado exitosas y darles el valor interno del logro (en vez de pensar que se solucionaron por suerte). Sí, mira hacia atrás todo lo que has hecho, date una palmadita en la espalda, regálate o premiate con un helado, reconoce que sí has tenido éxito debido a tu esfuerzo, trabajo y conocimientos.
- Trabaja en tu autoestima y autoconfianza. Creer en ti mismo/a y en tu potencial siempre será positivo para tu salud mental.
- Identifica qué estereotipos sociales o laborales estás tratando de satisfacer, ¿son realmente algo que quieres? ¿Necesitas encajar? Este es otro tema largo para abordar pero muchas veces la sensación de fraude viene por la culpa de tratar de ocupar ese estereotipo.
- Presta atención a ese pesimismo defensivo que te está preparando para un fracaso, trabaja en tus miedos, reconoce que mereces el éxito y que puedes gestionarlo, pregúntate realmente qué significa fracaso para ti, fracaso es una palabra muy fuerte, revisa la definición y compárala con la tuya propia, evalúa tu miedo a ser mediocre, y tu miedo a ser rechazado.
Conclusión
Como puedes observar, este síndrome es bastante común dentro de la población mundial y se caracteriza principalmente por la incapacidad de reconocer los propios logros y sentimiento de ser un fraude; a esto se le suma una falta de confianza, miedos, predisposición al fracaso, sentimientos de tristeza, desesperanza, insatisfacción permanente y una constante comparación con otras personas.
Entre sus causas podemos encontrar la baja autoestima, el miedo al éxito, al fracaso, a la mediocridad y al rechazo, el pesimismo defensivo y tratar de establecer estereotipos sociales.
Existen 5 tipos de síndrome del impostor: el perfeccionista, el genio, el individualista, el superhumano y el experto
Las consecuencias de vivir con el síndrome del impostor son ansiedad, dudas, preocupación, procrastinación o sobre-preparación, negación de las propias capacidades, invalidación de comentarios positivos externos, depresión y miedo a ser descubierto como un fraude o impostor.
Para superar este síndrome hay que trabajar en la autoestima y autoconfianza, trazar límites claros, reconocer nuestras capacidades, aplaudir nuestro esfuerzo, recordar nuestros logros y aceptar elogios.
Esto es algo que lleva tiempo, es importante que puedas reconocer estos síntomas en el momento y poner en marcha alguna de las recomendaciones anteriores, y si lo consideras necesario, consultar con un profesional que te pueda acompañar en este proceso.
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